La salsa mantiene su vigencia con innovaciones dentro del género
La salsa mantiene su vigencia frente a nuevos ritmos que han ganado terreno en las última décadas gracias al trabajo de nuevas agrupaciones que han apostado por crear estilos propios dentro de este popular género latino
El cantante puertorriqueño Gilberto Santa Rosa afirmó en entrevista con Efe que la salsa "hay que verla ahora como sobreviviente" al enfrentar una sequía de seguidores, el avance de géneros como el reguetón y la apatía de empresas para grabar discos.
"Es un género que se ha batallado duro por mantenerse a favor del público", enfatizó Santa Rosa, quien tiene una carrera de más de 30 años y fue parte del grupo de coristas e intérprete de la orquesta de Willie Rosario.
Santa Rosa aseguró además que la salsa se mantiene porque "siempre ha estado en el corazón de la gente" a pesar de que las nuevas orquestas no reciben el mismo apoyo que las establecidas debido a la falta de difusión de sus canciones en las emisoras de radio.
"Es un género que a la gente popular, que le tiene afecto, hace que la pase bien y eso ha ayudado mucho", indicó el ganador de varios premios Grammy, conocido por temas como "Que se lo lleve el río", "Déjate querer", "Que alguien me diga", "Amor mío no te vayas" y "Conteo regresivo".
Y aunque Santa Rosa señaló que las nuevas agrupaciones "las están pasando dura", admitió que "hay una juventud deseosa" de continuar con el legado que dejaron algunos de los grandes salseros, como los desaparecidos Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Frankie Ruiz, Pete "El conde" Rodríguez, Chamaco Ramírez y Marvin Santiago.
Según varias teorías de los historiadores de música, la salsa nació en los barrios de Nueva York hace más de sesenta años gracias a jóvenes músicos latinoamericanos que emigraron al continente norteamericano.
Una de las teorías más extendidas le atribuye su nacimiento al músico dominicano Johnny Pacheco, quien se refirió a la salsa como una mezcla de ritmos caribeños como la guaracha, mambo, pachanga, guajira, guagancó y chachachá.
El racismo, la emigración de cubanos, dominicanos y puertorriqueños a Estados Unidos o el consumo de drogas, fueron algunas de las temáticas con las cuales la salsa comenzó a infiltrarse entre los jóvenes, que la bailaban en clubes de Nueva York y Puerto Rico.
Así, las orquestas de Tito Puente, Tito Rodríguez y Machito y la de los hermanos Charlie y Eddie Palmieri eran los "platos fuertes" de los clubes Palladium, Cheetah y Copacabana, de la ciudad de los rascacielos durante las décadas de los 50 y 60.
Asimismo, las agrupaciones de Willie Colón, Bobby Valentín, Willie Rosario, El Gran Combo de Puerto Rico, además de Rivera y Lavoe, se presentaban casi semanalmente en clubes en Nueva York como El Corso, Broadway 96 y Casablanca, durante las décadas de los 70 y 80.
Algunos de estos reconocidos cantantes, al igual que Ismael Miranda, Adalberto Santiago y Richie Ray, se convirtieron en las figuras emblemáticas del sello discográfico Fania Records, fundado por Pacheco y el empresario Jerry Masucci en Nueva York en 1964.
A raíz de la iniciativa de Pacheco y Masucci, se abrió un espacio para organizar el grupo "Las Estrellas de la Fania", donde estaban los mejores músicos del momento, como Roberto Roena, Ray Barreto y Papo Lucca.
La agrupación, dirigida por Pacheco, llevó la salsa al nivel más elevado de la música latina a todos los rincones.
Incluso, llegaron a llenar el antiguo Yankee Stadium en Nueva York en 1973, y presentarse en Zaire, en el continente africano.
Gerardo Rivas, miembro de la agrupación juvenil NG2, aseguró que la salsa actualmente ha tomado un nuevo aire gracias a que las nuevas orquestas se han dado a la tarea de "crear un estilo propio y creer en el género".
"Después de que cada cual tenga su esencia y no queramos copiarnos, pues creo que vamos a dar mucho de qué hablar. De alguna manera nos estamos dando a conocer. Nos están dando la exposición a pesar de ser agrupaciones juveniles", dijo.
Afirmó que la misión de mantener vigente el género musical ha sido cuesta arriba debido a que los salseros tradicionales o "de la mata", conocidos como "cocolos", son difíciles de conquistar para que escuchen su música.
"Con mucho respeto y ambición, le hemos dicho al salsero que está en buenas manos, que tiene buenos cantantes jóvenes y que muchos de los músicos jóvenes están preparados musicalmente con grados de bachillerato y maestría", enfatizó.
Rivas mencionó a otras orquestas que en los últimos diez años han mantenido viva la salsa como Julito Alvarado y su grupo Del Norte al Sur, Siglo XXI, Sammy García y el Sabor de Puerto Rico, Juan José Hernández y San Juan Habana, Villariny Salsa Project y Macabeo.
Rivas, hijo de Jerry Rivas, uno de los tres cantantes que integran El Gran Combo de Puerto Rico, reconoció que las nuevas orquestas no podrán igualar el estilo de las veteranas agrupaciones porque ya esas implantaron el suyo propio.
"Eso es imposible. Ya esa gente hizo su historia y tienen una página y sonido único. De una manera sería una copia y algo injusto para el género. Esa gente nace una vez y no se pueda repetir", subrayó.
"Es un género que se ha batallado duro por mantenerse a favor del público", enfatizó Santa Rosa, quien tiene una carrera de más de 30 años y fue parte del grupo de coristas e intérprete de la orquesta de Willie Rosario.
Santa Rosa aseguró además que la salsa se mantiene porque "siempre ha estado en el corazón de la gente" a pesar de que las nuevas orquestas no reciben el mismo apoyo que las establecidas debido a la falta de difusión de sus canciones en las emisoras de radio.
"Es un género que a la gente popular, que le tiene afecto, hace que la pase bien y eso ha ayudado mucho", indicó el ganador de varios premios Grammy, conocido por temas como "Que se lo lleve el río", "Déjate querer", "Que alguien me diga", "Amor mío no te vayas" y "Conteo regresivo".
Y aunque Santa Rosa señaló que las nuevas agrupaciones "las están pasando dura", admitió que "hay una juventud deseosa" de continuar con el legado que dejaron algunos de los grandes salseros, como los desaparecidos Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Frankie Ruiz, Pete "El conde" Rodríguez, Chamaco Ramírez y Marvin Santiago.
Según varias teorías de los historiadores de música, la salsa nació en los barrios de Nueva York hace más de sesenta años gracias a jóvenes músicos latinoamericanos que emigraron al continente norteamericano.
Una de las teorías más extendidas le atribuye su nacimiento al músico dominicano Johnny Pacheco, quien se refirió a la salsa como una mezcla de ritmos caribeños como la guaracha, mambo, pachanga, guajira, guagancó y chachachá.
El racismo, la emigración de cubanos, dominicanos y puertorriqueños a Estados Unidos o el consumo de drogas, fueron algunas de las temáticas con las cuales la salsa comenzó a infiltrarse entre los jóvenes, que la bailaban en clubes de Nueva York y Puerto Rico.
Así, las orquestas de Tito Puente, Tito Rodríguez y Machito y la de los hermanos Charlie y Eddie Palmieri eran los "platos fuertes" de los clubes Palladium, Cheetah y Copacabana, de la ciudad de los rascacielos durante las décadas de los 50 y 60.
Asimismo, las agrupaciones de Willie Colón, Bobby Valentín, Willie Rosario, El Gran Combo de Puerto Rico, además de Rivera y Lavoe, se presentaban casi semanalmente en clubes en Nueva York como El Corso, Broadway 96 y Casablanca, durante las décadas de los 70 y 80.
Algunos de estos reconocidos cantantes, al igual que Ismael Miranda, Adalberto Santiago y Richie Ray, se convirtieron en las figuras emblemáticas del sello discográfico Fania Records, fundado por Pacheco y el empresario Jerry Masucci en Nueva York en 1964.
A raíz de la iniciativa de Pacheco y Masucci, se abrió un espacio para organizar el grupo "Las Estrellas de la Fania", donde estaban los mejores músicos del momento, como Roberto Roena, Ray Barreto y Papo Lucca.
La agrupación, dirigida por Pacheco, llevó la salsa al nivel más elevado de la música latina a todos los rincones.
Incluso, llegaron a llenar el antiguo Yankee Stadium en Nueva York en 1973, y presentarse en Zaire, en el continente africano.
Gerardo Rivas, miembro de la agrupación juvenil NG2, aseguró que la salsa actualmente ha tomado un nuevo aire gracias a que las nuevas orquestas se han dado a la tarea de "crear un estilo propio y creer en el género".
"Después de que cada cual tenga su esencia y no queramos copiarnos, pues creo que vamos a dar mucho de qué hablar. De alguna manera nos estamos dando a conocer. Nos están dando la exposición a pesar de ser agrupaciones juveniles", dijo.
Afirmó que la misión de mantener vigente el género musical ha sido cuesta arriba debido a que los salseros tradicionales o "de la mata", conocidos como "cocolos", son difíciles de conquistar para que escuchen su música.
"Con mucho respeto y ambición, le hemos dicho al salsero que está en buenas manos, que tiene buenos cantantes jóvenes y que muchos de los músicos jóvenes están preparados musicalmente con grados de bachillerato y maestría", enfatizó.
Rivas mencionó a otras orquestas que en los últimos diez años han mantenido viva la salsa como Julito Alvarado y su grupo Del Norte al Sur, Siglo XXI, Sammy García y el Sabor de Puerto Rico, Juan José Hernández y San Juan Habana, Villariny Salsa Project y Macabeo.
Rivas, hijo de Jerry Rivas, uno de los tres cantantes que integran El Gran Combo de Puerto Rico, reconoció que las nuevas orquestas no podrán igualar el estilo de las veteranas agrupaciones porque ya esas implantaron el suyo propio.
"Eso es imposible. Ya esa gente hizo su historia y tienen una página y sonido único. De una manera sería una copia y algo injusto para el género. Esa gente nace una vez y no se pueda repetir", subrayó.
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