Luto en la salsa por la muerte del percusionista Jimmy Sabater
El músico y compositor dejó de existir a los 76 años de edad. Jimmy Sabater es recordado, entre otros, por temas como 'Salchicha con huevo' y 'Volare'. El maestro estuvo en Cali en diferentes momentos de su carrera.
Jimmy Sabater, una de las
principales figuras de la música caribeña, reconocido como monarca del sonido
de la pachanga y uno de los arquitectos del ritmo del boogaloo, murió en la
tarde de ayer, miércoles, luego de haber estado recluido por varios meses en
una clínica en la ciudad de Nueva York.
Al momento de su deceso,
el destacado músico, compositor y cantante tenía 75 años.
El detalle de las
exequias fúnebres, así como las causas de la muerte, serán informadas en el
transcurso del día de hoy por el hijo mayor del músico, según indicó a Inter
News Service (INS) el pianista Gilberto Colón, amigo cercano de la familia.
De origen puertorriqueño,
Jaime Sabater González, como fue bautizado, legó un cancionero musical valioso
con el que selló uno de los periodos más significativos en la historia de la
música afroantillana que se erigió en la “Gran Manzana” a mediados del siglo
pasado.
Éxitos de su inspiración
como “Bang Bang”, “A las seis”, “El pito”, “La malanga”, “Ariñáñara” y el
hermoso bolero “To Be With You” fueron delineando una rica historia rítmica que
plasmó, entre otras cosas, las características lingüísticas de los
puertorriqueños de la diáspora acentuado en el uso del spanglish.
La historia artística de
Jimmy Sabater, un ponceño que nació en el barrio neoyorquino de Harlem el 11 de
abril de 1936, estuvo mayormente ligada al Sexteto de Joe Cuba, una agrupación
que el propio timbalero fundó en 1954 junto a su colega José “Sonny” Calderón y
en la que trabajó 23 años.
Este grupo, que también
sirvió de plataforma para el lanzamiento del reconocido salsero ponceño José
“Cheo” Feliciano, rompió con la tradición musical de las grandes orquestas que
dominaban el ambiente musical latino de Nueva York durante la década de 1950, y
en el que se destacaban los nombres de Tito Puente, Tito Rodríguez y Frank
“Machito” Grillo.
El Sexteto de Joe Cuba,
con la sapiencia de Jimmy Sabater, fue, ante todo, el nuevo paradigma musical
de la época cuya creatividad sonora sirvió para trazar lazos con sectores
norteamericanos étnicamente disímiles, en tiempos en que se acrecentaban las
políticas discriminatorias y segregacionistas contra los inmigrantes caribeños
en Estados Unidos.
Criado en la calle 111 de
Harlem, el cantante y compositor anduvo sus primeras hazañas musicales de la
mano de su amigo Willie Bobo, uno de los más importantes percusionistas de la
época.
Irrumpió en la escena
artística como timbalero en plena adolescencia junto a la orquesta de Héctor
Castro, de la que partió años después para integrar el conjunto de Papi Pagani
y de ahí el quinteto de Joe Panamá, en el que se dio a conocer con fuerza en el
ambiente musical neoyorquino cuando apenas tenía 16 años de edad.
Tras casi un cuarto de
siglo como figura central en el Sexteto de Joe Cuba, y con más de dos decenas
de discos producidos, Jimmy Sabater emprendió rumbo como solista, aunque sin
mucho éxito.
Ese periodo se consignó
en varias producciones discográficas que, además de temas nuevos, incluyeron
algunos de sus consagrados éxitos.
Por cerca de una década,
el artista sobrevivió trabajando con un grupo de poca monta cantando en bodas y
actividades privadas hasta que a finales de 1980 pasó a formar parte de la
orquesta de Tito Rodríguez, Jr.
En el ínterin hizo
algunas apariciones con las orquestas de Machito Grillo, Charlie Palmieri, Tito
Puente, Eddie Palmieri, Tico All Stars y con Las Estrellas de Fania.
A finales de 1990, el
cantante de voz portentosa y dulce tuvo un nuevo momento de gloria artística
con el proyecto Son Boricua, grupo que originó con su colega José Mangual,
hijo, y del que se recuerdan los temas “Salchicha con huevo” y “Volaré”.
Su última aparición
discográfica fue con el grupo Spanish Harlem Orchestra que dirige el versado pianista
Oscar Hernández.
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